Para delegar de una manera eficiente debemos tener en cuenta especialmente los aspectos siguientes:
- Exponer la importancia del trabajo al colaborador.
- Asegurarse de que la tarea ha sido comprendida antes de delegar.
- Si es posible dar independencia a la hora de hacer el trabajo. Esa autonomía no puede darse siempre, ya que en algunas tareas hay procedimientos o normas de seguridad que no deben dejar de cumplirse.
- Establecer objetivos, fechas, programas. Tenemos que considerar que los objetivos a largo plazo restan motivación y pueden resultar negativos. Siempre que se pueda debemos establecer objetivos razonables a corto/medio plazo.
- Cerciorarse de la confianza de los colaboradores.
- El colaborador debe tener la autoridad necesaria en la toma de decisiones para progresar en sus tareas.
- Expresar la confianza y reconocer el buen trabajo.
- Fortalecer el concepto de equipo para aportar nuevas ideas, preocupaciones, etc.
QUÉ NO DELEGAR
- Operaciones de planificación.
- El desarrollo de colaboradores directos.
- Supervisión de otros colaboradores o grupos de trabajo de inferior rango.
- Las tareas de relevancia asignadas a un comité o por superiores directos.
- Control de una crisis.
A modo de conclusión, me gustaría compartir con todos ustedes una frase que me acompaña desde la primera vez que la escuché: "Los líderes serán aquellos que impulsen a otros", Bill Gates. Sin duda alguna, una de las funciones principales de un buen líder es promocionar el progreso de sus equipos de trabajo.
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