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Hipervigilancia laboral

Tenía usted que vivir —y en esto el hábito se convertía en un instinto— con la seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y escuchado por alguien y que, excepto en la oscuridad, todos sus movimientos serían observados.

George Orwell, 1984.

La masificación de la videovigilancia en China se ha convertido en una herramienta esencial para el control de su población. Los más de 626 millones de cámaras instaladas en el país, permiten identificar los rostros, movimientos de personas y objetos —incluso identificar a las personas que han acudido a un acto multitudinario—.
La implantación de estos sistemas en diferentes países va en aumento, por lo que tarde o temprano no tendremos otra opción diferente a la de acostumbrarnos a vivir con ello.

Christian Marcos Manjon



Pero... ¿También tengo que estar hipervigilado en mi trabajo?

Desde hace apenas un par de años, docenas de empresas y fábricas chinas, bajo el amparo del gobierno, emplean una tecnología con el fin de precisar el estado de ánimo de sus trabajadores y así conocer si este influye en la productividad global de la empresa. Para ello, los empleados cuentan con unos sensores que examinan continuamente sus ondas cerebrales. Dado que esta situación puede chocar con el resto de compañeros, o con los clientes que vean a un trabajador portando dichos sensores, los empleados que los utilizan lo hacen bajo las gorras del uniforme o cascos de seguridad.
Tal es el caso, que la compañía Hangzhou Zhongheng Electric, dedicada a la industria de componentes de transmisiones, emplea este método.  Se ha verificado que sus empleados portan unas gorras que monitorizan las ondas cerebrales, por lo que sus datos son transmitidos a los directivos, y estos los utilizan para reajustar y adaptar los puestos de trabajo en su empresa.

Pros

- Reducción de errores 
- Acortamiento del nivel de estrés
- Beneficios económicos para la empresa

Contras

- Claro abuso debido a la situación de poder del empleador
- Venta de datos a empresas terceras
- Presión por conseguir los objetivos y por estar bien emocionalmente

Así pues, a medida que ha ido evolucionando esta revolución digital, los ciudadanos hemos ido cediendo a cambio de entregar nuestra privacidad, seguridad e intimidad.  La tecnología y la red de internet, tendrá cada vez más presencia en nuestro día a día, por lo que la vigilancia que ello conlleva servirá para que las personas que tengan nuestros datos conozcan nuestras intimidades, y por qué no, para que nos dominen aún más si cabe. 
Vamos a imaginar que la empresa que dispone de estos datos monitorizados de un trabajador, los vende a una empresa tercera. Poco tiempo después, el trabajador se interesa por contratar un seguro médico privado, y la aseguradora, que es la que ha comprado los datos a su empresa, no quiere formalizarlo con el trabajador porque ha visto que su salud o estrés mental es bastante alto. Este simple ejemplo podría ser aplicado a cualquier otra situación.
Sin duda alguna, es cierto que el burnout o más conocido como el síndrome de quemarse en el trabajo, influye negativamente en el estado físico del trabajador y en la motivación en relación a su puesto de trabajo, lo que se traduce en un bajo rendimiento laboral y pérdidas económicas para le empresa. Sin embargo... ¿esta hipervigilancia tendría una causa justificada?

1 comentario:

  1. Para la empresa y sus beneficios, económicos y financieros, también en calidad de producto/servicios, es muy favorable. Para el ser humano que está sujeto a un contrato y a sueldo de la misma, no es humano. Está a expensas de maquinas.

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